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domingo, 29 de julio de 2012


Qué debe saber un Project Manager de RSE?
Iniciemos con una definición de RSE, de acuerdo al Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI): “La Responsabilidad Social Empresarial es cumplir integralmente con la finalidad de la empresa en sus dimensiones económica, social y ambiental en sus contextos interno y externo. Esta responsabilidad lleva, por tanto, a la actuación consciente y comprometida de mejora continua, medida y consistente que permite a la empresa ser más competitiva no a costa de, sino respetando y promoviendo el desarrollo pleno de las personas, de las comunidades en que opera y del entorno, atendiendo las expectativas de todos sus participantes: inversionistas, colaboradores, directivos, proveedores, clientes, gobierno, organizaciones sociales y comunidad”.
Particularmente presento esta definición ya que me parece que presenta en su contexto todos los elementos de valor que deben ser evaluados por el Project Manager (en nuestro caso de análisis) cuando realiza sus proyectos.
Toda empresa, está inmersa en una comunidad, con la cual debe convivir en una simbiosis en la cual ambos se vean beneficiadas, pero el concepto de RSE va mas allá a simplemente convivir, sino a obtener beneficios mutuos entre ambas que conlleven a un desarrollo conjunto y crecimiento, respetando las políticas, regulaciones, idiosincrasia y cultura de su entorno.
El Project Manager (PM) tiene mayormente, dos diferentes campos de actuación: ya sea como integrante de una empresa donde desarrolla proyectos para la misma; o como contratista externo (ya sea con su empresa propia o como asesor) y desde ambas perspectivas tiene la obligación de adaptar su trabajo y planear su proyecto, tomando siempre como punto de referencia las políticas de la empresa, los activos de proceso, la comunidad donde se desarrollará el mismo y por supuesto de forma directa el impacto que generará el proyecto en desarrollo.
Para cuantificar adecuadamente el impacto, debe valerse de todas las herramientas que tiene a su alcance (en este caso pensamos en un PM que sigue los lineamientos del PMI); iniciando por descubrir la influencia del proyecto y de los impactos en las diferentes áreas de conocimiento como primer paso –ya que estas se presentan en todos los proyectos- así como en cada uno de los procesos (42 hasta el día de hoy) que formen parte del planeamiento original del proyecto, sea que se requieran los 42 procesos por la complejidad del trabajo o menos. Cuando se planee siempre debe tenerse en mente la RSE ya sea de la empresa donde trabaja, de la empresa para la cual subcontrata el trabajo o de su propia empresa, cuando por la particularidad de los servicios ofrecidos estos puedan impactar de manera adversa y directa a cualesquiera involucrado (por ejemplo una empresa de construcción, mediante el manejo de desechos, movimientos de tierras, etc. es recomendable que cuenten con su propia RSE y de ser el caso la adapten para mejorarla en un proyecto de acuerdo a las políticas internas de la empresa contratante).
EL seguimiento continuo al cumplimiento de esta política debe darse en cada paso de los 5 grupos básicos de procesos, a saber: inicio, planificación, ejecución, seguimiento y control y cierre. Pero es imprescindible el análisis en cada una de las 9 áreas de conocimiento:
1. Gestión de la Integración del Proyecto: en esta etapa es una de las más importantes para el cumplimiento de la RSE, ya que se desarrolla el acta de constitución del proyecto, se desarrolla el plan del proyecto, se gestiona y controla el proyecto y se realiza el control integrado de cambios, además del cierre del proyecto; por lo que es durante esta etapa que se plantean las políticas a seguir respecto a la RSE y durante la declaración del acta de constitución del proyecto debe incluirse esta visión dentro de los objetivos a conseguir.
2. Gestión del alcance del proyecto: mediante la recolección de requisitos, definición del alcance y posterior desarrollo de la EDT, debemos analizar si estos requisitos son congruentes con las políticas de RSE, si las tareas que desarrollaremos tienen algún impacto en ellas y de ser necesario incluir tareas de mitigación de las mismas, y mediante la verificación y control del alcance cerciorarnos que todo sea consecuente con lo planeado.
3. Gestión del tiempo del proyecto: aquí hay varios pasos importantes, nos centraremos en la secuenciación de actividades, desarrollo del cronograma y la estimación de recursos. Debemos revisar que los recursos (ad intra) tengan las condiciones necesarias para garantizar su integridad: física, moral, psicológica, etc. durante el desarrollo del proyecto, por lo que el cronograma debe incluir tiempos de descanso apropiados, jornadas laborales de acuerdo a la ley, y no plantear más actividades de las que sean posibles desarrollar al punto de generar desequilibrio en las variables y afectar los recursos. Aquí imperan las políticas de RSE a lo interno del grupo de desarrollo del proyecto.
4. Gestión de los costos del proyecto: durante la estimación del presupuesto, debemos asegurarnos se hayan incluido los costos de las medidas de mitigación de impacto que –en nuestro caso de análisis- se relacionen a garantizar la integridad interna y externa de los recursos del proyecto y comunidad circundante.
5. Gestión de la calidad del proyecto: durante la planificación y el aseguramiento de la calidad debemos enfocarnos en dos puntos: que las políticas de calidad incluyan indicadores del impacto del proyecto medibles y que cumplan con el criterio SMART, además que la calidad solicitada por los involucrados en el proyecto no amenacen ni sean contrarios a la estrategia del RSE; de ser así verificar en la EDT las medidas de mitigación.
6. Gestión de los recursos humanos del proyecto: en este caso es muy importante asegurarnos que el equipo conozca las políticas de RSE que se seguirán en el proyecto, capacitarlas en las mismas de ser necesario, tener copias impresas en lugares comunes donde se reúne el personal, brindarles los recursos necesarios para su protección (p.ej: equipo de protección personal, extintores, charlas de trabajos en espacios confinados, etc.) que garanticen su integridad, proponer planes de compensación y motivación además del pago justo por sus labores.
7. Gestión de las comunicaciones del proyecto: este es otro punto alto para la RSE debido principalmente a dos procesos  bien definidos:
a) identificación de los interesados: en este punto debemos cerciorarnos que se han contemplado a todos los interesados, de forma interna y externa incluyendo ONG’s, representantes comunales y del gobierno, medios de comunicación, empleados y subcontratistas, equipos ambientalistas, etc. de forma tal que estén informados y que cada uno exprese sus intereses y más importante aún sus preocupaciones. La gestión de los involucrados es un papel fundamental pues dependiendo del giro del negocio y tipo de proyecto esto podría afectar positiva o negativamente el desarrollo del proyecto. Debemos alinear la información de los interesados con la política del RSE empresarial tratando de abarcar y cubrir todos –o al menos la mayoría- de las inquietudes presentadas, por supuesto que luego de la adecuada priorización de los mismos de acuerdo al análisis de poder vrs influencia.
b) gestionar las expectativas de los interesados: una vez contamos con la información de los requisitos, debemos buscar la forma más adecuada de, mediante la matriz de comunicación y de acuerdo a los parámetros de RSE, gestionar los intereses de los stakeholders de forma que podamos direccionarlos hacia los objetivos generales del proyecto y particulares de la gestión de la responsabilidad social empresarial, aquí es donde tomamos ventaja de contar con nuestras política y podemos utilizarla como una ventana de “exhibición” para los interesados y dejar ver nuestro interés en “devolver” algo a nuestra comunidad.
8. Gestión de los riegos del proyecto: es durante este proceso que los mayores impactos pueden aparecer; cuando durante el análisis de los riesgos se determinan los posibles efectos –conocidos y desconocidos- y se planifican las medidas de mitigación, aquí debemos realizar un análisis directo del proyecto y las implicaciones desde la perspectiva de responsabilidad social y todos los ámbitos que la integran: la parte social, económica y de medio ambiente. Es indispensable definir de forma precisa los disparadores y darle seguimiento cercano para evitar inconvenientes durante el desarrollo del proyecto y/o reaccionar de forma oportuna si se presentan.
9. Gestión de las adquisiciones del proyecto: debemos implementar una medida cautelar en este caso, de dar a conocer a nuestros proveedores nuestro compromiso social a través de la divulgación de la RSE, recordemos que esta involucra aspectos de competencia leal, trato honesto y justo, transparencia, etc. que impactan directamente nuestro plan de adquisiciones.
Sin desear ser más inquisitivo o analizar los 42 procesos relacionados al desarrollo de un proyecto, los mencionados son aspectos claves que involucran este sentido de reconocimiento de responsabilidad social que debe imperar en el PM, quien como gestor de proyectos de desarrollo debe estar consciente de su responsabilidad con la empresa que labora, la comunidad donde se encuentra, sus clientes, el medio ambiente, pero también las generaciones venideras que recibirán de nosotros como patrimonio este mundo tal y como se los dejamos, al ser los proyectos los impulsores de avances (tecnológicos, sociales, humanos, etc.) también lo deben ser de desarrollo y un desarrollo sostenible que nos garantice que no gastaremos los recursos por negligencia, que somos una sociedad que se preocupa más allá de la etapa que le corresponde vivir y que asume la responsabilidad de sus acciones y decisiones, pero con la insignia de una mejora continua para garantizar la subsistencia de nuestros recursos.

Bibliografía
Project Management Institute. Guía de los Fundamentos de la Dirección de Proyectos. (Guía del PMBOK), Cuarta Edición, 2008.

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